lunes, 19 de diciembre de 2011

De paseo por el Casco Antiguo. Primera Parte

El mejor lugar para comenzar nuestra visita es el Casco Antiguo, en el encontraremos numerosos monumentos, de los cuales, su existencia no podría ser posible de no haber sido por los esfuerzos de al familia de Andrade y el arzobispo de Santiago, Bartolomé Rajoy y Losada.
Podemos diferenciar entre dos tipos de arquitecturas, las civiles y las religiosas. Empecemos con las civiles:

A la entrada mismo de Pontedeume nos encontraremos con su su famoso Puente de piedra, que es el que le da nombre a la Villa. Este puente data del siglo XIX y sustituye a un puente gótico que había anteriormente que contaba con 68 arcos y más de 850 metros. Actualmente este tiene tan solo 15 arcos.

Adentrándonos ya en la villa podremos ver el Torreón de los Andrade, esta torre destaca, con sus 18 metros de altura, y se puede ver desde muchos puntos de la Villa, además es visible ya antes de entrar en el pueblo ¡Así que no hay excusa que valga para no visitarla! Por que la verdad es que merece la pena.
Actualmente es Centro de Interpretación de los Andrade, además de ser oficina de Turismo, por lo que, si lo que queréis es conocer Pontedeume a fondo, definitivamente, vuestra visita al Torreón es obligada.
Desde lo alto de la torre podéis ver el Casco viejo, el puente  de piedra y la desembocadura del río Eume.
En el muro sur de la Torre hay un escudo que tiene 18 banderas, que son las ganadas a los franceses en Semínara, en el año 1503; los seis róeles del Castro de Lemos y la barra de los Andrade.
Hay una inscripción sostenida por un ángel, que dice lo siguiente: “Nolite Nocere”, que significa “No hagáis daño”.
Hoy en día es el último resto que conservamos del Pazo de los Andrade, que desaparece en 1936 esto hace posible que se produzca la ampliación de la Plaza del Conde.
La Plaza del Conde era en sus inicios propiedad del Conde de Andrade, y más tarde pasó a ser propiedad de la Villa.
En el centro de la plaza podemos ver un pilón, el actual fue realizado por Andrés de Monteagudo.
Más tarde, entre 1951 y 1960 se realiza la plaza del mercado, que la podréis encontrar justo enfrente de la Torre.


Aquí os dejo unas fotos que saqué de la Torre, de la fachada delantera y trasera. 
Aproveché antes de acabar esta primera jornada de visitas para sacar una foto de la Torre ya anocheciendo. 
Me llamó bastante la atención, ya que en el momento que empieza a oscurecer se encienden las luces que iluminan el Torreón. Como veis la Torre es un elemento destacado de la Villa, tanto de día como de noche.

Adentrados ya en el pueblo, podemos acceder a la Calle Real, una de las más importantes en Pontedeume, ya que cuando se celebra el feirón semanal se cubre completamente de puestos, además esta calle nos lleva a la Plaza dónde se encuentra el Edificio del concello, dónde podremos parar a descansar y tomarnos algo en las terrazas, ya que recorrer el Casco Antiguo, a pesar de no ser un lugar demasiado grande, puede llegar a ser agotador debido a las múltiples subidas y bajadas que tiene. 


En esta fotografía podéis ver un tramo de la Calle Real. Personalmente es la calle que más me gusta de toda la Villa. Por lo que observé en mi visita es que generalmente todas las calles son muy estrechas, sin embargo, la Calle Real es bastante amplia, además esos soportales arqueados le dan un toque especial.







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